Reseñas de libro

LA INSTRUCTIVA TAREA DE PISOTEAR PRECONCEPTOS

Juan Bautista Belardi
Universidad Nacional de la Patagonia Austral, Unidad Académica Río Gallegos, ICASUR, Laboratorio de Arqueología “Luis A. Borrero”, CONICET, Argentina

LA INSTRUCTIVA TAREA DE PISOTEAR PRECONCEPTOS

Intersecciones en Antropología, vol. 23, núm. 1, pp. 171-172, 2022

Universidad Nacional del Centro de la Provincia de Buenos Aires

Resumen: Reseña del libro de Catalina Balirán El pasado pisado. Investigaciones arqueológicas en tecnología y tafonomía líticas de los cazadores recolectores de sierra Baguales, sudoeste de Santa Cruz, Argentina. Instituto Multidisciplinario de Historia y Ciencias Humanas (imhicihu), CONICET, Ciudad Autónoma De Buenos Aires, 2021. 187 pp. ISBN 978-987-4934-15-4.

A lo largo del libro, nada se asume y todo se discute desde planteos e hipótesis claras. Se detecta equifinalidad, se establece un diseño experimental para reducirla. ¿Se puede ajustar un índice a los parámetros locales?, se lo ajusta. Una explicación parece no terminar de dar cuenta de la evidencia, se la evalúa entonces a la luz de nuevos datos y consideraciones y se la complejiza mostrando sus implicaciones sobre el registro arqueológico. El mensaje es claro: los contextos deben evaluarse con profundidad, por “transparentes” que puedan resultar en un primer momento.

El libro es el corolario de la tesis de licenciatura de Catalina Balirán, realizada en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires bajo la dirección de los Dres. Karen Borrazzo y Luis A. Borrero. El prólogo de la Dra. Celeste Weitzel ya avisa al lector que tenga preparada su libreta de notas.

Los resultados giran sobre tres ejes: la tafonomía, la experimentación y la tecnología lítica, que, articulados desde una perspectiva distribucional, ponen en movimiento una discusión y reevaluación del uso del sudeste de la sierra Baguales por parte de las poblaciones cazadoras-recolectoras. El marco de la investigación y la información han sido presentados en forma detallada y muy bien ilustrada a lo largo de nueve capítulos.

El trabajo se llevó a cabo en la localidad arqueológica La Verdadera Argentina –LVA– (nombre de la estancia donde se realizó la investigación). Es un lugar magnífico y con un invierno difícil. La sierra a las espaldas y luego el lago Argentino. Al frente, el sur inmenso, Fuentes del Coyle, seguido por la cordillera Chica y, hacia su contrafuerte oeste, una suerte de garganta boscosa formada por el río Guillermo y otros cursos menores por donde se puede llegar a Última Esperanza y a las nacientes del río Gallegos. Hacia el oeste se alcanza el Paine y, hacia el este, siguiendo el valle del río Coyle, las amplias pampas del interfluvio Santa Cruz-Coyle-Gallegos y, si se continúa hacia el sur, se accede al campo de lava Pali Aike. Se está en la estepa pero muy cerca del bosque. Si bien cualquier espacio puede ser relacionado con sus aledaños, el caso de sierra Baguales es muy interesante porque se está en medio de muy distintos ambientes y sobre una vía natural de circulación como lo es el valle del río Coyle.

Las dataciones radiocarbónicas inscriben a la zona de trabajo entre los 8850 años AP y los 900 años AP. La localidad LVA se caracteriza por la alta disponibilidad de rocas lutíticas. Balirán estudia los materiales líticos recuperados en la transecta 9 (T9), ubicada a unos 300 m al oeste de una cantera taller. Son 329 artefactos –luego se constataría que eran 307– recuperados en una superficie de 2500 m. (250 m de largo por 10 m de ancho).

La hipótesis principal es que LVA habría cumplido un papel marginal (sensu Borrero, 2004) en los rangos de acción de las poblaciones cazadoras-recolectoras a lo largo del Holoceno. Luego hay dos hipótesis específicas: una postula que habrían predominado las estrategias expeditivas y/u oportunistas, y la otra, que la menor intensidad de la meteorización en los filos de artefactos de lutita se debe principalmente al pisoteo animal.

En primer lugar, a partir de observaciones naturalistas, se realizó el estudio tafonómico de la muestra artefactual, que permitió identificar 22 pseudoartefactos. Una vez establecida la nueva muestra, siguió el análisis de piezas cuyos filos muestran estadios de meteorización diferentes a los del resto del artefacto. Esto se realizó bajo el marco de la discusión de contextos donde se puede esperar reclamación y a partir del planteo de dos pistas experimentales donde se sembraron artefactos que fueron relevados en tres oportunidades a lo largo de cuatro años. Los resultados le permitieron a la autora establecer parámetros con los que discriminar el origen antrópico de los filos de las piezas de aquellos creados por el pisoteo animal. Para ello, el estudio de la meteorización fue central en función de evaluar la estabilidad en los artefactos, lo que cobra aún mayor importancia en lugares con pendientes, sustratos duros y sujetos a pisoteo, tanto en lo que respecta a la generación de fracturas, como a enterramiento y dispersión. El análisis de las pistas –respecto de lo cual la autora destaca la importancia de contar con más de una, además de poder calibrar el experimento con los parámetros locales– también ilumina la incidencia de la gravedad, de los procesos de congelamiento y de descongelamiento y de la necesidad de establecer nuevos controles para identificar la aparición de rastros en ambas caras de las piezas. Las modificaciones registradas en el corto plazo alertan acerca del largo plazo. A partir de la evaluación experimental, se llevaron a cabo los estudios y consideraciones tecnológicas.

Las mayores densidades artefactuales fueron observadas en relación con los reparos que ofrecen los afloramientos rocosos vinculados con la T9. Se propuso la realización de tareas de extracción de formas base para la confección de artefactos formatizados a partir de la selección de la materia prima más abundante y con mayores tamaños en detrimento de las de mejor calidad pero de menor abundancia y tamaño. Esta última observación coincide con otros lugares donde hay disponibilidad de materia prima apta para la talla y de tamaños grandes, como por ejemplo en las laderas de las terrazas del Coyle, donde se encuentran rodados de andesita asociados con las primeras etapas de extracción. O en el caso de los basaltos en la meseta de San Adolfo (cuenca de los lagos Tar-San Martín) y de la costa del lago Viedma. Además, existen procesos de termoclastismo que generan plataformas de lascados. Todo sustenta la hipótesis del predominio de estrategias expeditivas y/u oportunistas expresada en escalas regionales… pero antes alerta sobre la potencial presencia de pseudoartefactos. Al principio de “ante la duda abstente pero fotografiá y tomá muestra” de los arqueólogos que relevan en el campo, Balirán, siguiendo los trabajos de Karen Borrazzo, suma variables y consideraciones para el análisis.

Elementos como la presencia de rocas alóctonas –tal el caso de las rocas de grano fino oscuro (RGFO) de la variedad Pali Aike (PKA), que provendrían de Pali Aike– y la disponibilidad local de lutita en módulos grandes que podrían haber sido empleados como formas base de grandes raederas y cuchillos que se encuentran hacia el oeste, este y sur de LVA, sugieren la articulación con otros espacios. Ambos aspectos, junto con las características de los núcleos y el registro de equipamiento en sitios cercanos, fueron la base para que Balirán reevaluara la propuesta del uso marginal de LVA al plantearla como un “área fuente privilegiada (por calidad, cantidad y tamaño) de lutita” (p. 163). Esto es un ajuste sobre lo que se pensaba. El planteo, que también puede enmarcarse en la discusión de circuitos de circulación de obsidianas –gris verdosa veteada y verde, principalmente– o de la circulación de tipos de puntas de proyectil, tiene sentido en términos de la exploración y búsqueda de umbrales de marginalidad en el marco de la identificación de gradientes y distintas formas de usos del espacio a lo largo del tiempo.

Sin duda alguna, el pasado pisado de Catalina Balirán contribuye con la discusión del conocimiento de la arqueología de cazadores-recolectores del sudoeste de Santa Cruz y, seguro más importante, es un trabajo metódico que a uno lo hace pensar.

REFERENCIAS

Borrero, L. A. (2004). The archaeozoology of Andean “Dead Ends” in Patagonia: living near the Continental Ice Cap. En M. Mondini, A. S. Muñoz y S. Wickler (Eds.). Colonisation, Migration, and Marginal Areas. A Zooarchaeological Approach (pp. 55-61). Oxbow Books.

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